
La guerra contra el terrorismo y el terrorismo de la guerra: El fundamentalismo del poder y su relación con la elección del presidente Bush en el año 2000
Terroristas no son solo aquellos en los movimientos clandestinos que colocan bombas en lugares públicos o utilizan aviones como proyectiles para lanzarlos contra poblaciones civiles. También son terroristas los que lanzan proyectiles desde aviones y barcos contra poblaciones civiles y los que movilizan los ejércitos de sus países para aplastar a otras naciones y para ocupar y someter a otros pueblos. En otras palabras los guerreristas y los terroristas son dos caras de una misma moneda. Ambos recurren sin piedad a la violencia y al temor por lograr sus fines y asesinan y mutilan a personas inocentes sin ningún escrúpulo. De ahí que la “guerra contra el terrorismo” del presidente Bush no sea, como el y sus alcones e ideólogos pretenden, una lucha virtuosa contra el eje del mal sino la otra cara del reino del terror: la de los terroristas de la guerra. La invasión a Irak y las “extrañas” elecciones presidenciales estadounidenses del año 2000 no son, por lo tanto, dos acontecimientos inde